Estibadores cuestionan “la falta de respuestas y de interés a las reiteradas veces que solicitamos audiencia expresamente con el gobernador Claudio Vidal para dialogar”.
Una vez más portuarios santacruceños protagonizaron una medida de fuerza que provocó severos daños al comercio exterior. Dejaron un buque portacontenedores a medio descargar y Maersk decidió soltar amarras e irse de Puerto Deseado.
Haber dejado un buque a mitad de descargar e impedir que subieran carga exportable representa un hecho de una gravedad inusitada, no solo para la provincia de Santa Cruz, sino para el país. Un daño al comercio exterior de Argentina, justo en un contexto internacional en el que no abunda la disponibilidad de contenedores ni frecuencias aceptadas en sumar circuitos al cono sur.
Aunque un paro sorpresivo de estas características supone también un “daño autoinfligido” del que no toman dimensión los propios protagonistas de los reclamos. Santa Cruz podría perder esa escalada, ya que las navieras no tienen garantías ni seguridad jurídica para operar en Puerto Deseado y podrían optar por otro puerto patagónico.
Duró poco la paz social
El gobierno de Claudio Vidal había planteado en el inicio del año que debía haber reglas claras en el ámbito portuario, que las demandas se canalicen por los carriles normales ante la autoridad laboral, y sobre todo se garantiza la operatoria portuaria reduciendo los niveles de conflictividad. La Provincia pidió que se trabajara en garantizar la paz social y que fluya el movimiento portuario con actividades como la pesca y la minería.
Durante varios meses se trabajó con relativa normalidad, pero este nuevo episodio corre como reguero de pólvora en la industria naviera, y coloca a Puerto Deseado en una posición muy desventajosa.
“Puerto imprevisible”
No es ningún secreto que la industria pesquera ha reducido en gran medida la operatoria de sus buques en puertos santacruceños, y entre otros motivos, justamente es esta falta de garantías, que transforma a Deseado en un “puerto imprevisible”, quitándole competitividad y bajándole la calificación internacional.
Está claro también que por la vía de la amenaza de plantearle a las pesqueras que si no llevan sus a descargar a esos puertos deberán ser castigados con el pago de jornales caídos, no solo no es el camino, sino que atenta barcos contra la seguridad jurídica. . , y no ha tenido ningún resultado.
Sin conciliación obligatoria
El Sindicato Único de Estibadores Portuarios Patagónicos (SUEPP) comunicó al Ministerio de Trabajo y Empleo de Santa Cruz que tomaría medidas de acción directa contra el buque portacontenedores Varamo por «no haber llegado a un acuerdo con las empresas de estiba locales en mesas de paritarias salariales» ». No tenemos aumentos desde el mes de julio del actual año», argumentaron. La autoridad laboral provincial dictó la conciliación obligatoria y el gremio no la acató.
Otro de los motivos, «fue la falta de respuesta sobre la presentación del sindicato al Ministerio de Producción informando el perjuicio económico significativo que denominamos ganancia cesante, entendido como la pérdida de beneficios económicos esperados, que nos provocaron las empresas armadas llevándose sus buques a descargar a otros puertos, perjudicando la continuidad laboral en nuestro puerto local», detallaron.
El SUEPP aduce que no descargará el portacontenedores de Maersk porque los buques pesqueros desembarcaron sus capturas en otros puertos.
También cuestionaron «la falta de respuestas y de interés a las reiteradas veces que solicitamos audiencia expresamente con el Gobernador Claudio Vidal para dialogar y resolver las problemáticas que atraviesa el puerto de Puerto Deseado», indicaron al tiempo de reclamar la presencia del mandatario en la localidad . Fuente : revistapuerto.com.ar.
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